En la zona por entonces denominada Nueva Galicia –hoy Jalisco/Nayarit- hacia 1797 comenzaron a surgir crecientemente rumores de que el “Indio Mariano”, un tlaxcala, reclamaría la autoridad en Nueva España, por lo que habría que prepararse para una insurrección. Algunas versiones sugerían apoyo inglés a los insurrectos. Las autoridades virreinales de la Intendencia de la Nueva Galicia y de la Real Audiencia de Guadalajara, alertadas, movilizaron milicias preventivamente, cuando los rumores crecían entre diversos pueblos (Tequepexpan, Xala de Arriba y Jomulco, Santa María del Río) y descubrieron que tenían planes de avanzar sobre Tepic. La acción represiva se organizó desde San Blas, desde Acaponeta, desde Guadalajara y otras poblaciones, hacia Tepic, con una tropa de unos 700 hombres armados y con 8 cañones para enfrentar –se estimaba- a unos 2000 sublevados. Durante el mes de enero de 1801, tras pequeños combates y casi sin resistencia, se tomaron prisioneros unos 300 indígenas en toda la región. Se procesó a Juan Hilario Rubio, natural de Colotlán, por haber sido uno de los promotores (se lo condenó post-mortem, confiscándose sus bienes). También se condenó, a seis años de trabajos públicos en el puerto de Veracruz, a otros dos cabecillas: el alcalde de república José Desiderio Maldonado y el escribano indígena Juan Francisco Medina. Nunca se pudo establecer dónde estaba el famoso “Indio Mariano”, personaje central de los rumores para la llamada a la insurrección.